lunes, 25 de agosto de 2014

Agosto de guarde y cumple

He de confesar, con ciertos sentimientos agridulces de tranquilidad y pesar, que Iago salió bien de su primer día de clase. Diría incluso que feliz, sin muestras de haber llorado mucho aunque aliviado de verme allí esperando por él.
Sí, definitivamente va contento, no hay forma de salir de casa sin que él sea quien lleve su mochila, diciendo "cole cole" y mientras esperamos en la puerta a que abran mira extrañado a los demás niños que lloran.
Cuando lo voy a buscar, me espera sentado en el banco donde les hacen cambiar los zapatos (tienen unos que sólo usan en clase y que cada viernes traen en una bolsita para limpiarlos y llevarlos otra vez el lunes) y si algún niño protesta el les mira con pena y les dice "no llores". Me da un abrazo, me enseña lo que hizo en clase y me dice un Te Quiero que me derrite. En ese momento le compraría hasta una moto si me lo pidiese!
En estos pocos días que lleva en la guarde notamos algunos cambios. Por supuesto, lo primero en el idioma. Ahora a veces lo sorprendemos o mejor dicho nos sorprende cantando alguna canción que no conocemos, o nos da órdenes que seguro él recibe, como "sit down". Es la expresión que más repite y, conociéndolo, no me extrañaría que las profes se lo dijesen a él cada más o menos 30 segundos durante el tiempo que está en clase. A veces hasta me compadezco un poco de ellas! También se reconocé mucho más a sí mismo, dice Iago y se toca el pecho diciendo "me, me" y su vocabulario sigue creciendo, mezclando idiomas y creando palabras propias como "altall" mezcla de alto y tall. Y muchas cosas más.

Y, en pleno proceso de adaptación, llegó su cumple. En la guarde no lo celebraron, porque este mes es sólo de "prácticas" y hay pocos niños, así que se lo celebrarán el mes que viene. Pero en casa por supuesto que sí. Invitaciones, globos, sándwiches de nocilla, piñata...(sí, somos padres nacidos en los 80') y por supuesto, la tarta. Una tarta súper chula en forma de balón de fútbol que les encantó.
A Iago le fuimos diciendo que iba a ser su cumple, su fiesta, pero cada vez que le decíamos la palabra cumpleaños él decía Iris, porque la asociaba a la fiesta de cumple de Iris que había sido un par de semanas antes. Pero poco a poco se fue dando cuenta.
 En la fiesta había niños chinos, taiwaneses, brasileños, españoles y hasta una niña israelí. Pero todos se comportan igual con regalos y juguetes por el medio. 9 niños y sus madres o cuidadoras en un piso relativamente pequeño. Una locura, pero todos lo pasamos muy bien. Ellos jugaron hasta cansarse, comieron tarta a dos manos, cantaron... Y nosotros disfrutamos de verle soplar las velas y tan feliz rodeado de sus amigos.





















lunes, 11 de agosto de 2014

Qué duro es que se haga mayor!!

Tras tres días de prueba hoy es el primer día que Iago se queda solito en la guardería. El primer día que lo dejamos con personas que no conocemos de nada.
Estoy escribiendo mientras lo espero aquí sentada, en un parque al lado de su guardería. Cómo me siento? Patética, si patética por sentir que lo abandono, por sentirme mal. Sé que esto le viene bien, y que incluso me viene bien a mí, pero ahora mismo soy incapaz de pensar eso. Ahora no puedo dejar de pensar en el momento que en el que le daba el pecho cada tres horas, cuando ni el ni yo hacíamos otra cosa que comer, dormir y bañarnos. Lo estoy recordando como un momento feliz y sin preocupaciones. Definitivamente, no me gusta que mi niño se haga mayor.
Llevamos dos años juntos para todo, y es verdad que renuncié a muchas cosas durante este tiempo (a tener un trabajo que me encantaba, a salir por ahí de vez en cuando...) pero lo que sentía cada noche cuando lo metía en su camita después de haber disfrutado todo el día de él.. era FELICIDAD, PAZ, y ese sentimiento lo compensaba todo.
Sé que ahora empieza un nuevo camino en el que él tiene que dar sus pasitos solo, sin ir de mi mano. y sé que él lo hará genial, que se adaptará rapidísimo y que será súper feliz. Y yo...yo me tendré que ir acostumbrando y adaptando también, aunque me va a costar.

Luego os cuento que tal fue, y que me cuenta él. Solo faltan quince minutos así que me voy a la puerta, no vaya a ser que no me pueda poner de las primeras y no me vea al salir...jajaja
Lo sé, soy lo peor. Bueno, no, soy mamá.


lunes, 4 de agosto de 2014

Vuelta a la rutina

Todo lo bueno se acaba, y nosotros, tras unas largas vacaciones, ya estamos de vuelta en nuestro día a día de Hong Kong. Un día a día que en esta época del año se hace complicado por las condiciones climáticas. El calor y la humedad agobiantes y los chaparrones frecuentes hacen que salir de casa y del confort del aire acondicionado sea una heroicidad.

Lo primero a lo que hubo que hacer frente fue al jet lag. Iago normalmente se acostumbra muy bien a los cambios de horario, aunque es cierto que en España duerme siempre mejor, pero este año le costó mucho más. El horario habitual de su primera semana fue acostarse a las 8, despertarse a la 1 y no volver a dormir hasta las 4 de la madrugada, para despertarse a las 10 o a las 11. Ahora que ya está acostumbrado, nunca despierta más tarde de las 7 de la mañana. No sabemos si es el calor, la falta de persianas que hace que a las 6 de la mañana la luz te eche literalmente de la cama, o simplemente el ritmo de vida de aquí que es mucho más diurno que nocturno, pero el hecho es que si nosotros queremos dormir ocho horas, sabemos que a las 11 hay que estar durmiendo, porque nuestro despertador no falla.
Este niño que volvió a Hong Kong se parece poco al que se fue un par de meses antes. Y no sólo físicamente, cosa que podemos comprobar en los pares de zapatos que ya no le sirven y en los pantalones que apenas cubren los tobillos. Es otra persona. En España rompió a hablar definitivamente, y en su cabeza se mezclan los idiomas de una manera que resulta muy graciosa. Como a la hora de contar, que empieza en inglés: one, two, three... para luego cambiar al gallego y decir: catro, cinco, seis.. Hay palabras, como aeroplane o butterfly o egg que no sabe decir en español. Otras, como playa o agua que sólo las dice en castellano, y muchas más que según el entorno o la persona con la que esté hablando, las dice en cualquiera de los dos idiomas. Se dice que los niños que están expuestos a más de un idioma de pequeños tardan más en hablar de forma fluida y parece lógico pensarlo, pero la verdad es que Iago ahora habla mucho, principalmente en castellano porque es de lo que estuvo rodeado estos últimos meses. A ver que pasa cuando empiece la guarde...
También el regreso a Hong Kong supuso el reencuentro con sus amigos del edificio, del parque, de la piscina... Este fin de semana tuvo el cumpleaños de una niña, Iris, y fue una nueva experiencia. Todavía no tiene claro eso de que los regalos no sean para él (producto de los mimos de dos meses de abuelos consentidores) y tampoco le gusta el hecho de que sea otro el que sople las velas de la tarta... ¡Iago de hecho va por los sitios soplando las velas incluso de las mesas en los restaurantes mientras canta cumpleaños feliz!
Pero fue una tarde divertida, y que a nosotros los padres nos sirvió para ver como son las fiestas de cumpleaños en esta parte del mundo y tomar nota, que pronto nos toca a nosotros ser los anfitriones. 

Antes, todo el mes de agosto por delante, un mes en el que irá por primera vez a la guardería (esta semana se quedó por primera vez solo en clase en un playgroup y nos sorprendió lo a gusto que quedó y lo contento y tranquilo que salió, como si hubiese estado con nosotros toda la hora) Un mes en el que nos tocará mudarnos de casa porque aquí en Hong Kong lo de los alquileres de larga duración es algo que no se lleva, y cuando se termina tu contrato muchas veces es el casero el que no quiere renovarlo. Un mes, en definitiva, de muchos cambios en el que lo que no va a cambiar es el sol abrasador, el calor sofocante y la sensación de que Hong Kong no está hecha para el verano.








Vuelta al cole

Todo pasa y todo llega. Nunca esta frase tuvo tanto sentido como ahora. En España estáis todos ya en la última fase d...